círculos essen pepón jover cierre de ciclos

La importancia de cerrar antes de abrir

Ciclos que se abren y ciclos que se cierran. Cuando lo que se abre se cierra, la energía está en orden y equilibrio. No ocurre lo mismo cuando lo que se abre queda abierto…

Me doy cuenta de lo importante que es cerrar una etapa anterior antes de abrirnos a algo nuevo, para estar presentes en cuerpo y Alma.  Ni aquí ni allí. El pensamiento, la emoción y la energía se mueven en un vaivén entre el pasado y el presente cuando no cerramos la etapa anterior. Para seguir caminando hacia adelante sanamente, es de vital importancia cerrar asuntos pendientes, sentir de corazón que una etapa anterior ha concluido. Es desde ahí que nos abrimos realmente a disfrutar de lo nuevo. De lo contrario, es un querer pero no poder, es estar desubicado en lo nuevo por seguir anclado en lo viejo.

La mente sólo comprende, el corazón integra

Cerrar el pasado, es decir, decidir y hacer aquello necesario para sentir de corazón que la energía de lo anterior queda atrás, que concluimos un ciclo, un periodo, una etapa, un círculo. Que ponemos en orden los asuntos pendientes. El tiempo de cierre lo lleva el corazón, no la mente, ya que ésta entiende, pero el corazón integra. Cuando algo no está integrado, es que no está cerrado, por mucho que lo entendamos.

Sabemos que empezamos a cerrar cuando en el corazón sentimos paz… y en el momento en el que la gratitud aflora, es que el corazón no solamente ha integrado sino que se siente agradecido por el enriquecimiento que la experiencia le ha aportado.

Sostenerse en la pequeña muerte

Es algo que se sabe desde el sentir… sólo es necesario escucharse. Lo que ocurre es que a veces la mente y el impulso van más rápido que el corazón y entramos en nuevas etapas sin atender realmente al dictado de quien realmente manda, el corazón. También porque sostenerse en el sentir del corazón requiere de valentía, de paciencia y de mucho respirar para que el proceso de cierre concluya sanamente sin que la mente y el impulso nos arrastren fuera.

Puede darse la experiencia que entre una etapa y la otra crucemos una pequeña muerte, en la que una parte necesita morir para posteriormente renacer. Estos son los tránsitos más difíciles, más intensos y más transformativos, ya que morir en vida es atravesar la oscuridad del corazón y el caos de la mente, sumidos en un torbellino de emociones, sensaciones y malestares. No hay renacer sin muerte, del mismo modo que no hay árbol sin muerte de la semilla.

Para cerrar realmente una etapa es necesario morir, dejarse y dejar morir lo que debe morir, dentro o fuera. Lo difícil nuevamente, es sostenerse en el tránsito de la muerte manteniendo la esperanza que renaceremos… pero desde la oscuridad del tránsito es difícil ver la luz al final del proceso. La ansiedad, el miedo, la tristeza, la desesperación, el apego, la rabia y muchas otras emociones y sentimientos atraviesan nuestro corazón y tantas otras permanecen en él mientras cruzamos de la oscuridad a la luz. Por eso para sostenerse en los procesos del corazón se requiere de valentía, de paciencia y de mucho respirar… es un tránsito de héroes…

Los cíclos conforman la vida

La energía fluye cuando los ciclos se abren y se cierran en un movimiento continuo de polaridades, pero no ocurre lo mismo cuando lo que se abre queda abierto… la vida aquí está conformada por un orden de ciclos, por un baile de ida y vuelta, de expansión y contracción, de nacimiento y muerte, de unión y separación… sólo es cuestión de mirar a nuestro alrededor para observarlo. Los ciclos galácticos, solares, planetarios, lunares, terrestres, los días y las noches, las estaciones del año… la vida de ahí fuera es un movimiento continuo ordenado por ciclos mayores y menores.

Si miramos hacia adentro, ocurre lo mismo, nuestro corazón, con su sístole y diástole, con su contracción y expansión, en constante movimiento para mantener la vida. Si alguno de ambos se detiene, inmediatamente cesa la vida. Lo mismo ocurre con la respiración, un baile de inspiración y expiración. Abrimos un ciclo cuando llenamos los pulmones de aire y lo cerramos cuando los vaciamos.

La dificultad de soltar

Observo que la mayor dificultad está en soltar los viejo, en cerrar la etapa anterior, en morir y dejar morir para abrazar lo que está por llegar. El miedo a la soledad, la ansiedad que nos causa la incertidumbre al futuro, el apego a lo conocido y a lo seguro, el vínculo y la necesidad afectiva, hacen que sea más fácil abrir nuevas etapas aunque sea arrastrando energías, pensamientos y emociones de las viejas, que cerrar las etapas caducadas.  A veces es más fácil abrir que cerrar, porque cerrar requiere de silencio, soledad y paciencia para dar tiempo y espacio a que el corazón haga su proceso de integración.

Cuando decimos, decidimos y hacemos, dando el tiempo y el espacio al corazón para integrar, colocamos cada energía en su lugar, ubicándonos nosotros también en el nuestro. Si no lo estamos, tampoco lo estarán los que estén a nuestro alrededor. Cerrar los ciclos vitales requiere de dar espacio y tiempo a que cada etapa extinga su energía, sólo así podemos abrirnos a nuevas etapas estando bien ubicados, presentes en cuerpo y Alma, con vitalidad y disfrutando del momento.

 

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por Pepón Jover

Psicólogo Transpersonal y Terapeuta Gestalt

Fundador de Círculos Essen

info@circulosessen.es

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One thought on “CIERRE DE ETAPAS – de la serie “Mi Caminar”

  • 04/12/2018 a las 11:55 pm
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    me encuentro en una etapa de mi vida que debo cerrar un ciclo de relación de pareja..y en este artículo y video he encontrado luces para realizarlo con valentía, sin darle tanta vuelta y decidido a que una vez realizado el cierre se abrirán otros ciclos con nuevos aprendizajes y seguir el proceso hasta alcanzar la felicidad dentro de mí y no confundirme en lo de afuera. Gracias

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